No me interesaba la agricultura tradicional, y empecé a buscar nuevos desafíos que desarrollaran mi inquietud innovadora. En 1993 comencé con el cultivo de fresas y no tenía experiencia, sin embargo al ser una persona de mente abierta, fue fácil para mi buscar e implementar todo tipo de técnicas de cultivo “poco convencionales”. Así fue como en el año 2003 descubrí que existía una tecnología que mejoraba la estructura del agua, y decidí hacer un experimento para probarla, sin grandes expectativas, pero con muchísima curiosidad. 

Conforme experimentaba diferentes métodos, las fresas confirmaban qué funcionaba. Tiene lógica porque si las fresas son un 89% de agua, entonces, al mejorar la estructura del agua, se mejorar el rendimiento y calidad de la cosecha, pero en esa época , a pesar de estar constantemente innovando con diferentes técnicas de cultivo, no me pasó por la cabeza que existiera esa relación.

Hice el primer experimento: separé el campo en dos, una parte la regaba con agua estructurada y la otra con la misma agua de riego, pero sin estructurar. Al principio, las diferencias no eran significativas, pero a la hora de cosechar pudimos comprobar el importante papel que había jugado el agua estructurada. Las fresas que habían sido regadas con agua estructurada tenían mayor consistencia y se mantenían frescas más tiempo. Las plantas de esta mitad del campo produjeron hasta un 18% más y al final de la temporada se veían más vigorosas y fueron más resistentes enfermedades.

Todo empezó a fluir a toda velocidad El equipo de Flaska creció y decidimos lanzar nuevos modelos y tamaños de botellas, llegamos a nuevos mercados Internacionales. Y aunque parezca un cuento de hadas, tuvimos tiempos difíciles, especialmente entre los años 2012 a 2014. Fue un periodo complicado que superamos con trabajo en equipo y mucha energía positiva.

Los años siguientes, desarrollamos más productos con la tecnología Flaska además de la botella, como la Jarra Vodan, la Doggy Flaska y el vaso Sirius. Constantemente estamos en mejorar continua del procedimiento de programación TPS para la estructuración del agua, y es por eso garantizamos el funcionamiento de por vida de nuestros productos. Nuestra filosofía es ayudar al agua a recuperar su estructura original. Todos los seres vivos estamos conectados por vibraciones con la energía del lugar y el agua donde vivimos, y por tanto consideramos que el agua es además fuente de salud.

Los productos Flaska, contribuyen a mejorar la calidad de vida por medio del agua estructurada. En Flaska tenemos la filosofía de que todos los habitantes de nuestro planeta tienen derecho a beber agua de la mejor calidad posible. Agradecemos a todos los clientes de Flaska, porque al usar nuestros productos están contribuyendo a aumentar la conciencia colectiva de la importancia de beber agua de la más alta calidad y al mismo tiempo reducir el uso del plástico. Los productos Flaska son la prueba de que con cada sorbo de agua tenemos el poder de cambiar el mundo, gota a gota.

Con amor y gratitud,MaksVrečko, fundador de Flaska